Mantenerse a salvo durante un huracán

Los huracanes son poderosas tormentas que pueden causar grandes daños a la vivienda y la infraestructura, constituyendo un grave peligro para la vida. Estar preparado y saber qué hacer durante un huracán, es fundamental para cualquiera que viva o visite una zona propensa a estas tormentas.
Los huracanes se forman en el mar, en el Golfo de México o en el Océano Atlántico. Pueden convertirse rápidamente en enormes tormentas, a veces en un radio de cientos de millas de ancho y afectar a grandes zonas al mismo tiempo. Están especialmente expuestos al peligro de huracanes quienes viven en el sur de Texas, Louisiana, Mississippi, Alabama, Florida, Georgia, South Carolina, North Carolina, Virginia, el Distrito de Columbia, Maryland, Delaware, el este de Pennsylvania, New Jersey, el este de New York, Connecticut, Massachusetts, New Hampshire y Maine. Los huracanes pueden incluso llegar al interior de esos estados y causar lluvias torrenciales, inundaciones, fuertes vientos e incluso tornados. La temporada oficial de huracanes va del 1 de junio al 30 de noviembre.
Mantenerte informado
Hay que mantenerse al día en la información más reciente de fuentes confiables como el National Hurricane Center, agencias locales de casos de emergencia y otras fuentes de noticias. Hay que prestar atención en caso de avisos y alertas de huracanes en tu zona. También hay que entender la diferencia entre alerta de huracán (existe la posibilidad de un huracán) y aviso de huracán (se espera un huracán).
Preparar un equipo de emergencia
Preparen un equipo de emergencia con suficiente antelación a cualquier amenaza de huracán y asegúrense de tener alimentos y agua suficientes para cinco días. Después de un huracán, el agua de la llave puede estar contaminada y, si se expide una alerta o un aviso de huracán, es posible que en los almacenes se acaben rápidamente el agua, los alimentos y otros suministros cruciales. Para más información sobre kits de emergencia, visita el sitio web de Settle In.
Asegura tu vivienda
Toma precauciones para proteger tu hogar de posibles daños. Recorta árboles y arbustos, asegura las cosas que estén sueltas en el exterior y refuerza puertas y ventanas. Asegura o lleva al interior los cestos de basura, el mobiliario de exterior, las parrillas o cualquier otra cosa que pueda convertirse en un peligroso proyectil si el viento es muy fuerte.
Evacúa la vivienda cuando se te solicite
Si las autoridades emiten órdenes de evacuación en tu zona, tómalas muy en serio y cúmplelas con prontitud. Debes saber cuáles son las rutas de evacuación designadas y seguirlas. Ten pensado a dónde irás, como la casa de un amigo o un pariente, un hotel o un refugio designado. Sal temprano para evitar el tráfico y posibles peligros. Recuerda que, cuando se trate de tu seguridad, siempre es preferible exagerar la cautela.
Establece un plan de emergencia familiar
Establece un plan de emergencia familiar y asegúrate de que lo conozcan todos los que vivan en tu hogar. Establece un punto de reunión en caso de separarse. Asigna tareas o roles a cada uno de los integrantes de la familia, como reunir documentos importantes, preparar el equipo de emergencia o cuidar las mascotas. Da a conocer el plan a parientes o amigos que estén fuera de la zona afectada para que puedan mantenerse al corriente de tu paradero.
Mantenerte protegido durante la tormenta
Si no puedes evacuar, hay que tomar las siguientes precauciones:
- Mantenerte en el interior y lejos de ventanas y vidrios.
- Mantener cerradas las cortinas, contraventanas o persianas durante la tormenta para protegerte en caso de que se quiebren vidrios.
- Buscar refugio en una habitación interior, pequeña y sin ventanas en el nivel más bajo de tu hogar.
- Mantener al alcance de la mano el kit de emergencia y agua potable.
- Usar linternas para iluminar en vez de velas, porque significan un peligro de incendio.
- No utilizar artefactos eléctricos y teléfonos fijos durante la tormenta.
- Escuchar instrucciones y noticias actualizadas de las autoridades locales.
Después de la tormenta
Incluso una vez que el huracán haya pasado, es importante seguir tomando precauciones y seguir las normas de seguridad. Mantente lejos de zonas inundadas, cables eléctricos caídos y escombros. Ten presente los posibles peligros, como estructuras debilitadas de edificios u agua contaminada. Evalúa tu entorno y cumple las instrucciones de los funcionarios de emergencia.